Giganotosaurus (“reptil gigante del viento del sur”) es un género representado por una única especie de dinosaurio terópodo carcarodontosáurido, que vivió a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 96 millones de años, en el Cenomaniense, en lo que hoy es Argentina. El nombre del género hace referencia a su gran tamaño, y deriva del griego gigas/γίγας “gigante”, notos/νότος “viento del sur” y –saurus/–σαύρος “lagarto”. El nombre de la especie tipo (y única especie conocida), Giganotosaurus carolinii, es en reconocimiento al cazador de fósiles que la descubriera en 1993, Rubén Carolini.
Giganotosaurus carolinii es uno de los más grandes terópodos conocidos, ligeramente más grande que Carcharodontosaurus y Tyrannosaurus rex. Pero superado en tamaño por Spinosaurus.
Basándose en las dimensiones del holotipo (MUCPv-CH-1), la longitud de Giganotosaurus se ha estimado entre 12,2 a 13 metros, con un peso de entre 6,5 a 13,8 toneladas. Sin embargo, un segundo espécimen (MUCPv-95), conocido solo por unos fragmentos de la mandíbula izquierda, cuyo posible tamaño es de entre un 6,5% a un 8% más grandes que los correspondientes en el holotipo podrían indicar que Giganotosaurus alcanzaba mayores tamaños. La longitud del cráneo del holotipo fue originalmente estimada en 1,8 m. pero se ha mostrado que esta reconstrucción es errónea y actualmente se estima en 1,56 m.
Giganotosaurus era un depredador bípedo, con un gran cráneo sostenido por un cuello poderoso; extremidades superiores cortas en proporción a su tamaño, provistas de 3 dedos terminados en garras curvas y afiladas; extremidades inferiores poderosas; y una larga cola que servía de contrapeso y equilibrio. En las patas posteriores de Giganotosaurus destaca el fémur más largo que la tibia, por lo que sus piernas lo dotaban de gran soporte pero no de gran velocidad. Esto sugiere que era un depredador de emboscada o que cazaba presas lentas, como los saurópodos. Los fósiles conocidos de esta especie corresponden a los restos óseos de la mayor parte del cuerpo, entre los que destacan algunos de gran importancia, como varios restos del cráneo, fémures, pies, pelvis, gran parte de la columna vertebral y parte de las extremidades superiores.
El primer ejemplar de Giganotosaurus (MUCPv-Ch-1), considerado el holotipo de la especie, fue descubierto en 1993 por Rubén Carolini quien lo encontró en la provincia del Neuquén, Patagonia argentina, en las llamadas tierras yermas de la zona, que pertenecen a la Formación Caneleros del Subgrupo Río Limay, formadas hace 96 millones de años en el Cenomaniano, en el Cretácico superior. Siendo descrito en el año 1995 por Rodolfo Coria y Leonardo Salgado. Este ejemplar consiste en un esqueleto fósil completo en un 70% e incluye el cráneo, la pelvis, huesos de las patas y parte de la columna vertebral, y su longitud se estima entre 12,2 y 12,5 m, con un peso estimado de 6.800 Kg. Se conserva en estado óptimo y se encuentra depositado en la colección de paleontología de vertebrados del Museo Paleontológico Ernesto Bachmann, en la Villa El Chocón de la provincia del Neuquén.
Un segundo ejemplar, (MUCPv-95), se encuentra en el Museo de Geología y Paleontología “Centro Paleontológico Lago Los Barreales” de la Universidad Nacional del Comahue. Se trata de un dentario con dientes parcial, que resulta ser entre un 6,5% a un 8% más grande que el holotipo. Fue descrito en 1998 por Rodolfo Coria y Jorge Calvo. A este espécimen más grande de Giganotosaurus se le han estimado 13,2 m de longitud y un peso de 8.200 Kg.6 También se han encontrado dientes, en el sitio paleontológico de La Buitrera, que se han atribuido a Giganotosaurus.
Giganotosaurus está estrechamente emparentado con Tyrannotitan, Mapusaurus y Carcharodontosaurus, todos miembros de la familia Carcharodontosauridae. De éstos, Giganotosaurus y Mapusaurus fueron ubicados en una subfamilia llamada Giganotosaurinae por Coria y Currie en 2006, por lo que, a medida que se hagan nuevos descubrimientos, aquélla deberá ser ampliada.
Los Giganotosaurios tenían un gran cráneo, de los más grandes conocidos entre los dinosaurios terópodos, desproporcionado aun para su inmenso tamaño. Pero la certeza de cuanto medía no está del todo clara, debido a que lo hallado han sido varios fragmentos y no un cráneo completo. Recién descubierto el primer espécimen, se calculó la longitud de su cráneo en 1,53 metros. Aunque poco después, re-estimaron su longitud en 1,8 metros (esto lo volvía como el dinosaurio con el cráneo más grande conocido). Pero posteriormente, se demostró que su longitud era en realidad menor, debiéndose actualizar su tamaño. Las diferentes estimaciones actuales han diferido ligeramente con respecto a cuanto mediría. En el año 2002, Rodolfo Coria y Philip J. Currie actualizaron la longitud del cráneo del primer espécimen de Giganotosaurus en 1,6 metros. Pero ha habido otras estimaciones aún inferiores. De 1,54 metros en el año 2013 por Scott Hartman9 y también de 1,56 m. Por lo tanto, un tamaño más plausible del cráneo del holotipo sería de entre 1,54 a 1,6 metros de longitud. Estos datos, (aunque menores) siguen siendo dimensiones muy rara vez visto en dinosaurios terópodos.
Y este no era el único espécimen. En el año 1998 se informó del descubrimiento de un fragmento aislado, perteneciente al dentario del animal, y era en comparación, más grande que el del holotipo. Comparándolo con el primer espécimen, se calculó que este nuevo fragmento era un 8% más grande. Como en ese momento se pensaba que el cráneo del primer espécimen medía 180 cm, el cráneo completo de este nuevo Giganotosaurus habría medido 195 cm. Ahora, basándose en las actuales estimaciones se puede establecer mediante un simple cálculo que la longitud del cráneo del segundo espécimen, (como es de un 6,5% a un 8% más grande que el holotipo) mediría entre 1,64 y 1,73 metros de longitud.
Sus grandes fauces estaban armados con dientes curvos aplanados lateralmente y aserrados, característicos de la función de desgarrar carne. Estos dientes se remplazaban a medida que se iban perdiendo, por lo que se supone que Giganotosaurus carolinii realmente fue un depredador, a diferencia de los abelisáuridos con los que convivía, que probablemente presentaban más hábitos de carroñeros. Sin embargo, se estima que los giganotosaurios también recurrían a alimentarse de carroña si tenían la oportunidad.
Otros rasgos de Giganotosaurus que demostraban su condición de depredador más que de carroñero eran su cuerpo poderoso pero ligero y sus patas grandes y musculosas más grandes que las de cualquier otro carnívoro, que le daban una gran elevación, pero no proporcionada, por lo que el animal tenía una apariencia compacta y robusta. Su larga y musculosa cola equilibraba su peso al desplazarse, tal como ocurría con los alosáuridos, haciendo de los giganotosaurios depredadores robustos pero rápidos, especializados en capturar presas de mediano a gran tamaño. Se ha calculado que podían desplazarse a unos 14 metros por segundo (alrededor de 50 kilómetros por hora). Para obtener su alimento contaba también con brazos grandes —aunque pequeños en relación a su cuerpo, con tres dedos cada uno, terminados en afiladas garras que le ayudaban a sostener a sus presas mientras las mataba con sus mandíbulas.
Los giganotosaurios, aunque más grandes que los tiranosaurios, poseían un cerebro de menor tamaño, en forma de banana, en el que se destacaban los bulbos olfatorios. Los estudios del basicráneo del Giganotosaurus revelan que los lóbulos olfatorios estaban más desarrollados que los del Tyrannosaurus; sin embargo, la comparación entre ambos revela que este último habría tenido lóbulos ópticos más desarrollados que los del dinosaurio patagónico.
En el Cretácico, el lugar donde fueron encontrados los restos del Giganotosaurus estaba surcado de arroyos y ríos caudalosos, rodeados por bosques en galería con araucarias y palmeras. La mayoría de los cursos de agua desembocaba en el Océano Pacífico, dado que la Cordillera de los Andes no existía.
Se ha especulado que el Giganotosaurus carolinii y otros giganotosaurinos, como el Mapusaurus roseae, cazaban en manadas. Entre los saurópodos sudamericanos de esta época se encontraban titanosaurianos como el Argentinosaurus huinculensis,11 —considerado uno de los mayores vertebrados terrestres que hayan existido, con alrededor de 39,7 metros de longitud y un peso estimado de 83 toneladas, el Andesaurus delgadoi 12 y rebaquiosáuridos como el Cathartesaura anaerobica, pero resulta poco probable que los giganotosaurios pudiesen capturar un ejemplar adulto de estas especies si no adoptaban un comportamiento de caza grupal. El Giganotosaurus carolinii compartió el territorio con otros cazadores, como el Ekrixinatosaurus novasi, un abelisáurido; el Megaraptor namunhaiquii, un posible carnosaurio, y Buitrerráptor gonzalezorum, un dromeosáurido.
Los fósiles originales de Giganotosaurus se encuentran en el Museo Paleontológico Ernesto Bachmann y en el Museo de Geología y Paleontología “Centro Paleontológico Lago Los Barreales”, ambos museos argentinos. Pero hay réplicas de esqueletos completos en otros lugares, incluyendo una en el Museo de Senckenberg de Fráncfort, y otra en el Museo Australiano de Sídney.
El Giganotosaurus recientemente ha alcanzado fama entre el común de la gente al darse a conocer a expensas del Tyrannosaurus rex, ya que, al igual que otros terópodos, como el Carcharodontosaurus y el Spinosaurus, en los medios de comunicación masivos y la industria del entretenimiento se le suele presentar como un hipotético adversario de T. rex, antes considerado el mayor dinosaurio carnívoro de todos los tiempos.
Aparece en la película IMAX sobre dinosaurios Dinosaurios: Gigantes de la Patagonia, donde el Dr. Rodolfo Coria muestra los sitios de los descubrimientos más importantes de Argentina.
En el capítulo especial Tierra de Gigantes de la serie documental Chased by Dinosaurs, conducida por Nigel Marven, se ve a Giganotosaurus cazando tanto en forma solitaria como en manada; en este último caso, cooperando para derribar un Argentinosaurus.
Aparece en la historia El mundo inferior de Dinotopia como protagonista inesperado en el Bajío Lluvioso.
En el videojuego Dino Crisis 2 y en su continuación se lo presenta con dimensiones exageradas (unos 7 metros de alto y 20 de longitud).
Aparece también en los juegos más recientes de Jurassic Park. El videojuego Turok (2008) lo incluye en el nivel Death Valley.
Aparece en Carnivores 4: City Scape. Es el dinosaurio más grande del juego, y reemplaza a Tyrannosaurus presente en el resto de la saga.
También ha aparecido en la serie de ITV Primeval.
La empresa japonesa Tomy ha puesto a la venta una colección de animales-robot llamada Zoids, de los cuales el modelo llamado Gojulas Giga está inspirado en un giganotosaurio. Gojulas Giga también aparece como personaje en el anime Zoids: Fuzors, de la serie Zoids, que está basada en la colección de juguetes antes nombrada.
Aparece en la serie animada por CGI Dinotren, vigilando el tren; el personaje es hembra y se llama Laura.