Conocida como la edad del hielo, al final del período Cretácico se produjo la extinción masiva del Cretácico-Terciario, que incluyó a los dinosaurios y a la gran mayoría de las especies vivientes.
La teoría más aceptada por los científicos señala como detonante el impacto de un meteorito de gigantescas dimensiones en América Central, más exactámente en la provincia de Yukatán, México, que, por la gran explosión generada en su impacto, habría levantado grandes cantidades de polvo al aire, impidiendo que la luz solar llegara hasta las plantas, reduciéndolas en cantidad, generando con ello un desequilibrio en la cadena alimenticia (planta – herbívoro – carnívoro), teniendo como resultado la extinción de un 35 por ciento de la vida en la Tierra, y el comienzo de la glaciación o edad del hielo.
La desaparición de los grandes reptiles dio paso al Cenozoico, conocido como la edad del hielo.
Durante esta era los mamíferos, aprovechando el vacío dejado por los saurios, se multiplicaron y diversificaron, imponiendo su dominio sobre el resto de vertebrados.